El diseño interior y exterior de un establecimiento hotelero debe realizarse acorde a las características requeridas por la persona que esté a cargo de esta actividad, involucrando el grado de creatividad que esté dirigido a nuestro mercado meta.
La imagen de un lugar es la carta de presentación la cual debe mantener características del entorno en el cual se maneje.
En el caso de los establecimientos hoteleros ubicados en lugares alejados de los poblados, que envuelven específicamente a áreas protegidas deben ser construidos con materiales de la zona los cuales lo hacen compatible con el medio con el que se maneja.
Para la ambientación de un lugar se deben responder a las preguntas “¿Por qué?” y “¿Para Qué?”; con ello lograremos clarificar nuestras ideas y desarrollar una solución que corresponda con los problemas y necesidades operativas y comerciales para direccionarlas a lo que en realidad se requiere para nuestro establecimiento hotelero.
Mediante el uso del asesoramiento adecuado podremos realizar un diagnóstico acertado para arribar a la solución arquitectónica que mejor resuelva los problemas que nos planteamos.
El crecimiento del mercado hotelero además de haber diversificado la oferta ha intensificado la competencia. Por su parte, las tendencias de diseño evolucionan más rápidamente, haciendo que ambientaciones y decoraciones que datan de apenas unos años queden rápidamente obsoletas.
Por ello es necesario estar en constante evolución, desarrollando ideas creativas que impliquen la comodidad del cliente y a la vez lograr el posicionamiento esperado en el mercado.
BIBLIOGRAFÍA:
· http://www.revistarestaura.com/node/922
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